Por primera vez se hace mención a las bebidas fermentadas en la pirámide alimenticia. Aunque, se encuentran fuera de ella, las mencionan con la finalidad de explicar la manera correcta en la que la cerveza, la sidra y el vino se debe consumir. Lo que se busca es cero prohibiciones y más libertad, con la finalidad de lograr una dieta equilibrada en todos los sentidos.